Cuando las calles se estrechan y las desigualdades se ensanchan

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Por Cristian Morán.

calejandromoran@gmail.com

Año 2020, todas las personas (que pueden) quedándose en casa, realizando el “jom ofis” (unas personas descubriéndolo, otras retomándolo, otras siguiendo con total normalidad) entre estantes o libreras, acrecentando el espíritu del nacionalismo de entre puños, injusticias y arrebatos; cuando las calles se estrechan y las desigualdades se ensanchan. Ahí, en esos momentos, en los que COVID-19 ronda a algunas/os, y atraviesa a otras/os; “sin distinción de posiciones geo-socio-económico-culturales” -remarcan los medios-, dejando de lado que de enero a mayo la deuda pública aumentó en Q16 mil 778.75 millones y que cada persona contrajo una deuda de Q10 mil 651… En un país que se sostiene a base de la explotación laboral, remesas de inmigrantes y trabajo informal.

Y si lo analizamos con algunos datos y números, el salario mínimo1 es de Q.3,075.10 (No agrícolas), Q.2,992.37(Agrícolas) y Q.2,831.77(Maquilas), con una canasta básica estimada2 en Q.3,561.52 al mes de enero de 2020, de paso le propongo realizar el ejercicio de preguntar a algún o alguna contemporáneo/a (válido para todas las edades, pero más importante que se realice desde la juventud); Primero, ¿qué tan fácil es acceder a una plaza laboral? Que le garantice todas las condiciones para un ambiente seguro y confiable; puede secundar con, ¿Dónde vives? y ¿Cómo vives? (haga la pregunta a alguien del género masculino y alguien del género femenino) Luego de ello, salga de su vida, de su entorno, de su esfera social, política, económica o cultural, y analice si eso mismo sucede en todos los sectores y estratos, le adelanto la respuesta, ¡No!

Guatemala es un país desigual, -un paraíso desigual-, siendo más específicos, el país registra un índice de 0.49 en desigualdad de género3, posicionándolo en una situación de ineficiencia mayor al 72% del resto de los países del mundo, ocupando el puesto 118 y el segundo país más desigual de toda América Latina y el Caribe tan solo atrás de Haití, (Entre más alto, mayor el índice de desigualdad). ¿Más datos? Vayamos al respecto de la actividad remunerada económicamente; Por cada dólar que los hombres guatemaltecos reciben, las mujeres ganan 56 centavos (44% de diferencia respecto a la brecha salarial).

Y es que la desigualdad no solamente se refleja en los datos, estudios y números presentados en informes, (no dejando de lado la importancia que estos tienen para la comunidad epistémica y evidencia documental, pero justo eso, no solamente debe ser responsabilidad de investigadoras/es, sino de todas y todos estar sensibilizadas/os para poder actuar) va mas allá de lo actualmente estudiado; es sistémica, se alimenta de los estándares sociales (impuestos por el sexo masculino) basados en la “fuerza”, “poder” e “incidencia” que los hombres tengan sobre las mujeres, en los momentos en que “las niñas deben dejar el sector escolar porque deben ayudar en los quehaceres de la casa”, o las situaciones en que se presentan las uniones o matrimonios tempranos y forzados.

Hablemos del tan relevante tema que aumenta la cruda realizad de desigualdad en Guatemala, la expropiación de los cuerpos de las mujeres, siguiendo con el tema de los matrimonios y uniones tempranas y forzadas (la última estadística oficial es de 2009, año en el que se registró que el 7.7% de las adolescentes y jóvenes de 15 a 19 años estaban casadas)6; En el año 2017, se logra reformar el código civil, con el decreto 13-2017 que limita los matrimonios hasta la edad mínima de los 18 años (mayoría de edad), reforzando (de a muy pocos) el acceso a un estilo de vida saludable para todas y todos, sin dejar a nadie atrás. Pero ¿Qué tiene de similar un decreto con las desigualdades? Todo en un país como Guatemala, no solo en la actualidad, y no solamente en lo social y gubernamental, que en este último caso también se vé marcada la desigualdad de oportunidades, en un organismo legislativo que, de 160 curules ocupadas, solamente 31 son mujeres, representando el 19.38%.

La legislación para el acceso a un estilo de vida saludable de todas y todos es relevante para el país, donde el poder de incidencia predomina en el sistema de interacción social, (a veces no tanto como se quisiera, pero deja como dato importante la evidencia e historial para futuras iniciativas legislativas), es por ello que desde sociedad civil se debe proponer con sentido común y la auto&crítica, como el buen hábito de la integración, no sólo de estratos sociales, sino de Estados y regiones, como lo es Centroamérica y el Caribe, que por cierto, tan necesaria es en la actualidad; poder tener lecciones aprendidas, facilitar procesos, o aumentar la participación en organismos/sistemas para la mejora en común.

Es necesario proponer una agenda pública que atienda y mejore las condiciones la atención a la población inmigrante, que como a un principio mencionaba, siendo una de las bases medulares para el desarrollo del país, que para el año 2020 han aportado a la economía Q7,009,132.9 millones4, con Q1,050,161.1 millones tan solo en el pasado mes de septiembre. Si las remesas siguen con la misma dinámica, para el finalizar del presente año podrían aumentar el 13.8% que representaron en el año 2019 (año histórico en el aumento de remesas para Guatemala).

Las políticas anti migratorias promovidas por Estados Unidos de América, dan como resultado en Guatemala la promoción de sistemas e iniciativas violatorias de los derechos humanos de personas de todas las edades, en algunas personas más que otras, como lo es el caso de niñas y niños en espacios crueles, alejadas/os de sus madres, padres, tutoras/es o encargadas/os, con carencia de sistemas higiénicos y nulo acceso a una salud digna y educación de calidad, entre muros y encierros forzados, aún sin saber qué es lo que está ocurriendo, lo sufren, sin ser escuchadas/os, a la orilla de la atención, a las afueras de la idoneidad civil, donde no tienen documentos de identificación, quedando únicamente la idea de “una vida mejor”, a causa del desplazamiento forzado, la violencia sistemática y una desatención gubernamental.

Y así han aumentado las brechas de desigualdad, al pasar de la pandemia, con la reducción drástica de empleos y el aumento de violencias en los hogares, familias viviendo con sueldos mínimos y canastas básicas que doblegan su pago y un 60% de la población en Guatemala representando la informalidad, aportando al 22% del PIB anual5.

Y es que la desigualdad no se verá reducida si no se analiza, planifica y actúa en favor de todas y todos, con modelos ecológicos de atención y unión de esfuerzos, entre sociedad civil, cooperación internacional y el sector gubernamental, tejiendo alianzas y empoderando(nos), no solamente para conocer nuestros derechos, sino para mejorar nuestra calidad de vida, como la de las personas que habitan (o transitan) este país, y como el artículo cuatro de la Constitución Política de la República de Guatemala bien lo dice “En Guatemala todos los seres humanos son libres e iguales en dignidad y derechos. El hombre y la mujer, cualquiera que sea su estado civil, tienen iguales oportunidades y responsabilidades. Ninguna persona puede ser sometida a servidumbre ni a otra condición que menoscabe su dignidad. Los seres humanos deben guardar conducta fraternal entre sí”.

También estar al pendiente, de intentos inconstitucionales y retrogradas, que en materia de derechos humanos, vulneran y violentan a las personas, niñas, adolescentes y mujeres de todas las edades, fiscalizar las iniciativas de ley que se promuevan sin un respeto al Estado Laico, es parte de la clave, para exigir; no se tomen decisiones en pro de un grupo sectorial, separando la religión de lo gubernamental, porque aunque lo personal sea político, el acto de mayor afecto al Estado siendo un empleado público, es la separación de mi creencia con el bien común de casi quince millones de habitantes más en este país, y la democratización de las informaciones, como la ampliación y mejora de las formaciones.

Que los muros de desinformación caigan, y se construya, a base de conocimiento y búsqueda constante del bien común, atenuando y deconstruyendo las malas prácticas, el populismo y los cabildeos basados en intereses ocultos, para que la verdadera inclusión se re-signifique cada vez más, favoreciendo a una integración ecológica, en este pequeño pero importante espacio geográfico llamado Guatemala, para que el verdadero sentido de la democracia prevalezca, y el mal manejo público se extinga, reduciendo las brechas de desigualdad y aumentando proyectos de vida exitosos, para todas y todos, no dejando a nadie atrás.

1-Página web Ministerio de trabajo y prevención social/2020. 2-Canasta Básica Alimentaria (CBA) y Canasta Ampliada (CA) Enero de 2020 / INE.  3-Informe Mundial del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), “Desarrollo Humano para todos”. ( http://hdr.undp.org/sites/default/files/hdr_2019_overview_-_spanish.pdf ). 4-Guatemala: Ingreso de Divisas por Remesas Familiares, Años: 2010-2020 / Banguat.

5- Banguat: informalidad representa un 22% del PIB/La Hora ( https://lahora.gt/banguat-informalidad-representa-un-22-del-pib/ ). 6-UNICEF Guatemala ( https://www.unicef.org/guatemala/podriaserturealidad )

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