Ratificamos nuestra consternación ante la tragedia en el "Hogar Seguro Virgen de la Asunción"
Jueves 9 de marzo
Lamentamos profundamente y nos sumamos al repudio por la tragedia ocurrida el pasado 8 de marzo en el “Hogar Seguro Virgen de la Asunciónâ€, en donde fallecieron quemadas más de 39 niñas y adolescentes.
Pedimos al gobierno se deduzcan responsabilidades administrativas y penales.
Instamos al Congreso de la República para que plantee mecanismos para incrementar la inversión para el desarrollo de oportunidades en la juventud, solamente con un estado equitativo podremos alcanzar la Guatemala posible.
Mujeres LÃderes America es una iniciativa puesta en marcha por la Sección de Apoyo a las Instituciones Representativas de la Organización de los Estados Americanos (OEA) y la Fundación Ciencias de la Documentación para empoderar a las mujeres y niñas de los 35 paÃses miembros en las áreas de la polÃtica, corporativa y social.
Participarón en el diálogo:
MarÃa Machicado - ONU MUJERES Olinda Salguero - FUNDACIÓN ESQUIPULAS Ingrid Morales- FUNDACIÓN ESQUIPULAS
Lins Tillit - ALAS DE MARIPOSA
Usted lo recordaba, y la verdad que tengo con la Universidad de San Carlos un vÃnculo personal, que se remonta a ese marzo del 2007, momento en que ustedes me honraron -tal como lo habÃan hecho en 1931 con nuestra insigne poeta Gabriela Mistral- al otorgarme el Doctorado Honoris Causa.
Como dije en aquella oportunidad, “tal distinción me compromete de por vida con esta multicentenaria instituciónâ€.
PodrÃa parecer que esos asuntos tienen un sentido obvio y un valor por sà mismos, y que no vale mucho la pena hacer nuevas disquisiciones. Sin embargo, ellos aparecen bajo una perspectiva más rica cuando se ponen en relación a lo único que puede ser su justificación última: una vida mejor para los ciudadanos y ciudadanas.
Y esa es, precisamente, una de las más altas funciones del espacio universitario: pensar la complejidad de las realidades y aspiraciones de nuestros paÃses, bajo la luz crÃtica e integradora de su finalidad humana.
La universalidad a la que aludimos con la palabra “universidadâ€, proviene precisamente de aquel foco de luz integral y trascendente que aporta el humanismo, que hace de la persona, sus potencialidades, relaciones y derechos, el criterio último de valor.
Por eso estos temas no sólo pueden, sino que deben abordarse aquÃ, en este espacio de encuentro, en estos espacios universitarios, que en nuestros paÃses han sido guÃas y maestras en la formación de la nación soberana.
Pero por favor, yo escuchaba al rector, al presidente y sus expectativas, y decÃa “nada de lo que pueda decir va a cumplir con esas expectativasâ€. Pero por sobre todas las cosas, porque no esperen lecciones, ni fórmulas mágicas para resolver problemas sociales, polÃticos o económicos a los que debemos hacer frente, porque sencillamente eso no existe. Lo que existen son sociedades que gracias a sus ciencias y humanidades, al debate público y a la deliberación polÃtica, buscan y deciden sus soluciones a la luz de sus experiencias, de sus anhelos y desafÃos.
Hoy vivimos en un mundo globalizado y crecientemente interdependiente. En un mundo en constante transformación, que cambia, a la par de la tecnologÃa, a una velocidad sorprendente. Este nuevo contexto impone nuevos desafÃos en prácticamente todas las áreas, que debemos ser capaces de enfrentar.
La economÃa globalizada demanda una constante adecuación, tanto en infraestructura fÃsica, como en capacidades humanas, a los requerimientos de los mercados internacionales.
El surgimiento de una ciudadanÃa más empoderada y organizada, en gran medida gracias a la expansión de Internet, que reclama por sus derechos y pone en cuestión la legitimidad de las instituciones polÃticas, nos obliga a repensar la democracia y a profundizarla.
Tanto los nuevos retos, como los que vienen de antaño, exigen que repensemos nuestra polÃtica y nuestras polÃticas, que continuemos con lo que hemos hecho bien y que reformulemos aquello que no parece funcionar.
No observamos hoy guerras interestatales como las que tuvieron lugar en tiempos pasados, con su trágica estela de muerte y destrucción, ni pugnas ideológicas tan agudas. Sin embargo, eso no significa de ninguna manera que estemos viviendo en un mundo pacÃfico y seguro.
Son peligros transnacionales -como el terrorismo, el narcotráfico, el tráfico de armas, el tráfico de personas y el crimen organizado- generados muchas veces por la exclusión, por la falta de oportunidades y por la debilidad de las instituciones públicas o la escasa legitimidad de la democracia.
No podremos terminar con estas amenazas a menos que enfrentemos sus causas subyacentes. De poco sirven los tanques y los misiles. Mucho más útiles son, como afirma el Secretario General de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, la “polÃtica de inclusión, la educación, el empleo y las oportunidades realesâ€.
Y la inclusión parte por el respeto al Estado de derecho y a las instituciones democráticas. Esa es la base, el punto de partida, la condición indispensable para resguardar los derechos fundamentales, las libertades individuales y para edificar sociedades más justas.
La democracia permite gestionar las diferencias, resolver las tensiones sociales pacÃficamente y que todos los ciudadanos sean y se sientan partÃcipes de las decisiones colectivas que van moldeando el futuro de la comunidad nacional.
Y conocemos el alto costo de extraviar la democracia. Sabemos, como decÃa Asturias, lo que es “estar de paso, siempre de paso, tener la tierra como posada, tenerlo todo como prestado, no tener sombra sino equipajeâ€.
Por lo mismo amamos la libertad y el entendimiento razonado de las diferencias. Por eso valoramos las instituciones democráticas y republicanas.
Y actualmente la democracia está prácticamente en todos los paÃses de la región. Es más, se ha instalado como un paradigma indiscutido en gran parte del mundo. Pero eso no quiere decir que hayamos dejado atrás el riesgo de caer en el autoritarismo o en el populismo.
Particularmente preocupante es la pobreza infantil. Considerando el enfoque de derechos y aplicando una medición multidimensional, la CEPAL concluye que en la región 70,5 millones de niños, niñas y adolescentes son pobres, eso es el 40,5%, y 28,3 millones, el 16,3%, son indigentes o de pobreza extrema.
Como saben, la nuestra es la región más desigual del planeta. Nuevamente acudo a la CEPAL, que nos ha actualizado los datos y tenemos los datos del año pasado. El quintil más pobre -el 20% de los hogares con menos ingresos- capta el 5,6% de los ingresos totales, mientras que el quintil más rico se queda con el 46,7%.
Creemos que la desigualdad -de ingresos, de acceso a servicios básicos, de oportunidades y resultados- es una de las mayores amenazas para el desarrollo de nuestros paÃses, para la democracia y para la paz.
La democracia se consolida con más democracia, haciendo los procesos más participativos, más inclusivos, incorporando en la toma de decisiones a las mujeres y a los diversos grupos sociales.
Sin sólidas expectativas de crecimiento económico, además, no tendremos incentivos para invertir en la infraestructura fÃsica y social que necesitamos para competir en el marco de la globalización, pero a la vez, para que en esa competencia y resultados nos permita brindar bienestar a nuestra ciudadanÃa.
Estamos haciendo grandes esfuerzos por acortar las brechas sociales y evitar que segmentos de la población queden rezagados, para acabar con las desigualdades injustas y por integrar a los excluidos.
Si mencionaba las reformas polÃticas democratizadoras y hablábamos de la lucha contra la desigualdad, clave era hacer una reforma fiscal, una reforma tributaria, una reforma tributaria que permitiera repartir la carga de manera más equitativa y que nos asegure financiamiento permanente para aquellas transformaciones, en áreas como educación, salud y protección social, que comprometimos en el programa de Gobierno y que fueron ampliamente respaldadas por la ciudadanÃa en las elecciones pasadas. Y claro, fueron cuatro meses, al comienzo del Gobierno, donde finalmente logramos llegar a un consenso completo en el Parlamento para apoyar esta reforma tributaria de 3% del Producto Interno Bruto, que nos va a permitir, justamente, contar con los recursos para hacer las mejoras en muchas áreas sustantivas.
En Chile, como en otros paÃses de la región, el rendimiento escolar está Ãntimamente relacionado con el nivel socioeconómico de las familias. El pago adicional que hacen los padres en las escuelas particulares subvencionadas por el Estado y la selección al ingreso, han generado un sistema altamente segregado, en el que los ricos estudian con los ricos, los pobres estudian con los pobres, reproduciendo de esta manera no sólo capacidades y oportunidades desiguales, sino redes sociales e imágenes de mundo excluyentes.
Esto ha dañado profundamente el tejido social, ha contribuido a ensanchar las brechas y, en consecuencia, impedido que nuestros compatriotas compartan una visión de paÃs, vivan la diversidad y construyan los canales de cooperación.
Estas prácticas, además, eliminan el efecto positivo que los niños y niñas de mejor desempeño tienen sobre los menos aventajados, lo que compromete la calidad del sistema en su conjunto.
Está comprobado -es lo que muestra la experiencia comparada- que el aprendizaje de los niños más vulnerables mejora notablemente cuando comparten la sala de clases con otros de mayor capital cultural. Este efecto, lógicamente, desaparece en escuelas altamente segregadas como las nuestras.
Terminar con esas prácticas hará más reconocible la calidad de los establecimientos educacionales y permitirá, por un lado, que el Estado pueda vigilar con mayor efectividad el desempeño del sistema y, por otro, que las familias puedan elegir dónde educar a sus hijos, con una mejor información y con más libertad.
Nuestra meta es que, a mediano plazo, todos los liceos y colegios, públicos, subvencionados por el Estado o particulares pagados, alcancen niveles equivalentes de excelencia e inclusión.
Y lo que estamos llevando a cabo no es sólo un proyecto, ni un conjunto de iniciativas legales. Lo que está en juego es que pasemos de un modelo centrado en la educación como un bien de consumo, basado en las capacidades familiares de pago, a un modelo basado en derechos, que garantice calidad para todos y sea un generador de oportunidades y de movilización social amplia.
En la educación está una de las claves del cambio que deseamos para los chilenos y chilenas, porque cuando todos los niños, niñas y jóvenes tengan las mismas oportunidades de adquirir conocimientos y competencias para optar a una vida más plena, habremos cumplido con una parte importante en nuestra misión de crear una sociedad más justa, próspera y equitativa.
El mercado laboral tampoco incorpora a las mujeres plenamente, en especial en zonas más atrasadas. En los paÃses más desarrollados la participación llega al 53% de la fuerza laboral femenina, mientras que en Medio Oriente y Ãfrica del Norte, el porcentaje baja a la mitad, al 26%. En Chile la situación es intermedia, pues la tasa de ocupación femenina alcanza el 45%.
Y sabemos que el acceso a la educación, la formación y la capacitación es un factor esencial para superar estas desigualdades. Y en tal sentido, los datos reflejan avances importantes, pero alertan, al mismo tiempo, sobre grandes tareas pendientes.
Dos tercios de los 770 millones de personas analfabetas del mundo son mujeres. En educación primaria, afortunadamente, la brecha entre niños y niñas se ha cerrado prácticamente. Pero un peldaño más arriba, en la educación secundaria, tan sólo 6 mujeres asisten a la escuela por cada 10 hombres.
Y para acoger a las vÃctimas de violencia, que en mi paÃs provoca alrededor de 40 femicidios al año, estamos duplicando las Casas de Acogida y vamos a aumentar en un 25% los Centros de la Mujer que entregan apoyo y asistencia oportuna.
Por otra parte, en la reforma que acabamos de aprobar a nuestro sistema electoral, yo mencionaba que acabamos de derogar el Sistema Binominal y cambiarlo por un sistema electoral proporcional, hemos incluido una ley de cuotas transitoria, que asegurará que al menos el 40% de quienes postulen al Congreso sean mujeres. Yo lo he dicho, a mà me hubiera gustado que el 40% hubiesen suido electas, pero ha costado tanto esto que al menos el 40% de candidatas, es un primer gran paso.
En definitiva, lo que buscamos en este tema, como en muchos otros, es generar condiciones de igualdad efectiva, que nos permitan avanzar hacia ese Chile que queremos: una sociedad que reconoce igual valor, iguales derechos, iguales potencialidades, pero a la vez provee oportunidades equitativas a hombres y mujeres.
Es muy interesante cuando uno, y en mi trabajo como Directora Ejecutiva de ONU Mujeres, iba a los paÃses nórdicos, que son los paÃses que tienen mayores grados democráticos, inclusivos, de bienestar social y de equidad en todas las lÃneas, cada vez que ellos contaban que iban a un lugar, en los paÃses como los nuestros o en otros paÃses en vÃas de desarrollo, las distintas autoridades les señalaban “ustedes pueden hacer eso, porque son paÃses ricos; ustedes pueden incluir mujeres; ustedes pueden tener polÃticas, digamos, de asegurar derechos sociales y económicos, porque son paÃses ricosâ€.
Y ellos decÃan, “si usted ve la historia post-guerra, nuestros paÃses eran pobres, y justamente hoy dÃa somos ricos porque entendimos que la única manera de desarrollarnos y poder llegar a tener los niveles de desarrollo que hoy dÃa tenemos, es incluyendo, incluyendo e incluyendo, y colocando en la educación inclusiva, el acento fundamental de nuestros esfuerzos. Si hoy dÃa somos ricos, es porque incluimos a mujeres, es porque incluimos a nuestros pueblos originarios, es porque incluimos a nuestros jóvenes, es porque le aseguramos a los niños que pudieran ser la generación que permitiera que nuestros paÃses fueran lo que hoy dÃa son†y creo que eso es muy interesante y muy importante, porque muchas veces los gobiernos encontramos que no tenemos los recursos, que no tenemos las posibilidades, pero la verdad que lo que es más importante de todo, es voluntad polÃtica, tener claro lo que funciona y trabajar para unir las fuerzas y las capacidades del paÃs para ir en pos de ese objetivo.
Y yo por eso creo y soy una firme convencida de que la solución va justamente por hacer de nuestras sociedades, sociedades inclusivas e integradas que garanticen al ser humano la dignidad y el respeto que todos nos merecemos.
Por esto es que creemos que la reforma al sistema educativo que estamos implementando en Chile es tan relevante, porque nos va a permitir integrar y cohesionar a nuestra sociedad.
Es necesario incorporar el diálogo de saberes y el reconocimiento de la diversidad de valores y modos de aprendizaje, como elementos centrales de las polÃticas, planes y programas del sector.
Debemos ser capaces de escucharnos, de incluir a todos y a todas en las discusiones y en la toma de decisiones, porque asà como señala Daniel Mato el año 2005, tendremos “la posibilidad de re- pensarnos a nosotros mismos, como colectivos nacionales complejos, hechos de múltiples diversidades (...) condición necesaria (aunque no suficiente) para convertir el reconocimiento y manejo de esas diversidades en potencialidades para el desarrolloâ€.
Sólo si actuamos unidos, hombres y mujeres de todas las etnias, culturas y procedencias, de distintas perspectivas, lograremos alcanzar el desarrollo integral de nuestros pueblos y construir un mundo justo, libre, igualitario y fraterno para todos y todas.
Nicaragua primer paÃs del continente en empoderamiento de mujeres
Por Prensa Latina
Nicaragua es el primer paÃs del continente en empoderamiento y participación de las mujeres, mientras Canadá, Estados Unidos y Costa Rica ocupan el 21, 22 y 29 puestos de manera respectiva, se confirmó hoy aquÃ.
El Gobierno continuará trabajando porque las mujeres ocupen plenamente los espacios que se merecen, aseguró Murillo, para quien "todo eso debe hacernos sentir contentos, debe hacernos sentir adelante".
La funcionaria asoció la campaña desplegada por lograr un paÃs más bonito y limpio a la intención de fortalecer el papel de las mujeres, de la juventud y de las familias en la sociedad.
Murillo ejemplificó la participación y empoderamiento de ellas en Nicaragua a partir de la designación como presidenta del Instituto Nicaragüense de Turismo de su otrora vicepresidenta Mayra Salinas, que "se suma al número de mujeres en el gabinete de gobierno".
El accionar en ese sentido tuvo mayores logros en 2012 por la aprobación de la Ley contra la violencia hacia las mujeres y de la Reforma al Código Penal, que implicó la coordinación interinstitucional para enfrentar esa problemática considerada por Naciones Unidas un bochorno moral.
A ello se sumó la sanción general de los seis libros del Código de Familia, en proceso de debate de manera particular, la Reforma a la Ley de Municipios y a la Ley Electoral, y el Código Procesal Laboral. La primera tipifica todas las formas de violencia hacia las mujeres como la fÃsica, psicológica, sexual, patrimonial y laboral, mientras que el segundo establece regulaciones asociadas a la convivencia, el respeto en el seno familiar, y la crianza de los infantes, entre otros.
Por su parte, la Reforma a la Ley de Municipios establece que los cargos de elección municipal -alcaldes, vicealcaldes y concejales- sean ocupados a razón de 50 por ciento mujeres 50 por ciento hombres, asà como el Código Procesal Laboral refrenda el respeto a los derechos  humanos de los trabajadoras.