Por Yazmin Gonzalez
El matrimonio es el más conocido, el más prolÃfero y quizá también, el más temido de los acuerdos y relaciones sociales que existen; sin embargo, solo es un reflejo de las muchas formas en que las personas e instituciones pueden vincularse para dar paso a acciones de beneficio mutuo y en favor de terceros.
Es importante decir que, mientras el matrimonio parece ir en declive en el paÃs, las alianzas institucionales con diversos fines van en aumento, indicando que tanto los sectores públicos y privados de diferente Ãndole, ven favorable trabajar en conjunto para hacer virar a Guatemala
hacia un horizonte distinto al que hemos visto durante los últimos años: anquilosado y pérfido.
Pero estas alianzas, tanto como el matrimonio, deben estar centradas en principios y no en intereses individuales, de lo contrario, tropezaremos con disoluciones, desencantos y corazones rotos.
Hasta hace algunos años, las alianzas más comunes eran entre las mismas instituciones sin ánimo de lucro, o entre éstas y el gobierno, o entre empresas, pero al paso del tiempo se ha diversificado la posibilidad de entrar en sincronÃa unas con otras siempre que haya un objetivo
común, incrementando asà el potencial de cooperación y el valor social, y logrando mayores beneficios. Los proyectos hÃbridos que pueden surgir de estas alianzas público-privadas representan faros de luz para dar respuesta a los problemas sociales más complejos, pero exigen
también un liderazgo ajustado al tamaño del reto y una gestión por demás eficaz, garantizando transparencia e integridad.
Toda esta diversidad de alianzas, asà como el mismo matrimonio, tienen en común varios aspectos que es importante recordar y no perder de vista:
En 2015, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la Agenda 2030, que establece los Objetivos de Desarrollo Sostenible que abarcan aspectos económicos, sociales y ambientales para la humanidad, y que, además, son un punto de encuentro para reunir a distintas iniciativas
que trabajan en favor de los derechos humanos. Uno de los diecisiete objetivos de esta Agenda, establece la búsqueda, generación y consolidación de alianzas interinstitucionales locales e internacionales a todo nivel, que garanticen la consecución de los dieciséis objetivos restantes. Desde entonces, estos objetivos son una pauta de referencia para que las distintas instituciones públicas y privadas encuentren metas en común hacia las cuales concurrir, y si todas estas alianzas se fundan bajo los principios del bien común, la sinergia y la integridad, seguramente llegaremos al 2030 siendo una humanidad diferente.
1 Algar, J. (22 de junio de 2011). Alianzas estratégicas: generar valor social como fuente de valor empresarial. Obtenido de Compromiso empresarial: https://www.compromisoempresarial.com/